Cover instrumental profesional: el olvidado

Está claro que la principal representación del cover, en cuanto a número y popularidad, es el vocal, es decir, la interpretación de alguien cantando, más que nada por el hecho de que cualquiera podemos lanzarnos a interpretar nuestras canciones favoritas. Por otra parte, no dudamos que uno de los tipos de cover más respetados es el instrumental: solo hay que ver lo que nos suele ofrecer un concierto de violín, de piano o la gala de fin de curso de un conservatorio de música o danza: covers, puros covers de (en su mayoría) piezas clásicas de los mayores talentos compositores de la historia.
Esto, por supuesto, nos lleva a la comprensión de que la mayor parte de los coveristas mundiales sean instrumentales: sería absurdo comparar el talento musical de alguien como Lang Lang frente al de la mayoría de jóvenes coveristas de Youtube (con todo mi respeto a los adorados protagonistas del blog), más que nada porque la entrega, dedicación y conocimientos musicales de genios como este les llevan a una perfección y comprensión del arte que las demás personas solo podríamos alcanzar a base del mismo esfuerzo y tiempo de trabajo (y sin tocar el tema del talento).
Dicho esto, con esta entrada me gustaría hacer un homenaje a todos esos prodigios forjados a base de esfuerzo y dedicación, ya que este blog bien podría estar dedicado a todos los que, día tras día, dejan correr siete u ocho horas de su vida para mejorar la dualidad que forman con su instrumento musical, simplemente, por puro merecimiento y calidad crítica. Espero que, de vez en cuando, pueda hacer una mención a estos fantásticos intérpretes, porque todo reconocimiento es poco. Muchos ánimos desde Blog Coverista.

Claire de lune de Claude Debussy, por Angela Hewitt